Escribí tanto que no supe anotar el tanto,
Falté de ignorancia por el plan ahorro primavera,
Bocha cuadrada quedó mi tabula rasa repleta de grafitis,
Y ahora mi intestada inspiración pidió la jubilación.
Añoro el olor a cloro en mis papeles corrompidos,
Pervertidos versos fueron de aquí hacia allá,
Desterrados por un mal recuerdo forrado de perezosa pereza,
Y ahora mi elocuente elocuencia no planta rosas.
Muero en deseos de participar en un show de encuentros,
Mis versos, yo y el presentador apuesto del momento,
Quizás anidaron a la deriva en mi propia cornisa,
Esperando que levante la vista y sin dista le otorgue una
sonrisa.